El 24 de junio se celebra el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, celebración que además está acompañada de una serie de ceremonias religiosas que reciben el año nuevo indígena-
Ha llegado el tiempo de la purificación y renovación para los pueblos quechuas, aymaras, rapanui y mapuches.
Quizás, la ceremonia más difundida es el We tripantu. Antes que el sol se oculte en el horizonte, el pueblo mapuche se reúne para contarse historias tradicionales de la familia, invoca a sus antepasados y espera, durante la noche del 23 de junio, el amanecer del "nuevo sol que regresa". Con ritos y limpiezas que pueden incluir un baño en un río, se inicia así, otro ciclo de vida en el mundo mapuche y en la madre tierra o “pachamama”.
El mundo andino también se llena de fiesta y reflexión familiar cuando llega el invierno. El solticio de invierno también les indica un cambio de año. Se “marca el fin de una temporada de cosecha y el inicio de una nueva época de siembra”. Los quechuas celebran el Inti Raymi, que simboliza la unión eterna entre el sol y sus hijos, los seres humanos.
En el año nuevo aymara o Machac Mara, también se hacen ofrendas al sol o “Tata Inti”. Con esta celebración se marca el término de un ciclo agrícola y el inicio de uno nuevo. Se le tardece a la madre tierra por los frutos que entrega. A partir de ese momento se inicia la nueva siembra. Es el sol que deberá dar energía para una buena cosecha.
El Aringa Ora o Koro es la fiesta del año nuevo rapa nui. En ella, una vez más, se rinde un homenaje a los antepasados en los altares ceremoniales. “El rostro vivo del patriarca” se hace presente y el cordón umbilical de la vida se relaciona con la fertilidad y la productividad. Porque no sólo el hombre se renueva sino también, los recursos naturales comienzan a dar frutos.
En el fondo, todos los pueblos celebran algo parecido. El ritual con que agradecen el año vivido y piden un futuro lleno de fuerza solar. Comienza un nuevo ciclo astronómico y agrario. El progresivo desplazamiento del sol hacia el sur da inicio a un nuevo ciclo de vida e impulsa una nueva relación armónica entre el hombre y la naturaleza .
Una de las actividades como colegio fue la realización de pendones que debían representar el pueblo que le toco a cada curso y las características que tienen como grupo
El Prekinder y Kinder "A" realizaron este diseño con las palabras poki (niños), Hoa ( amigos), óri (bailar), himene (cantar), las cuales sintetizan las cualidades de estos cursos
El Prekinder y Kinder "B" realizaron este otro diseño, que fue hecho con flores y el dibujo que cada uno hizo de si mismo, este pendón representa mediante el color la alegría y la ternura de ambos cursos y sus dibujos las características especiales de cada uno, que los hacen un grupo muy heterogéneo